Dígame Licenciado

Descripción de la publicación.

Mauricio Berrios Rodas

12/13/20232 min leer

worm's-eye view photography of concrete building
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El diálogo de Chaparrón: “Dígame licenciado. Licenciado. Gracias, muchas
gracias” evidencia la significación cultural de un reconocimiento y
nominación.

El humor entrañable de Chespirito nos muestra la relevancia que tiene el
reconocimiento de los títulos y grados académicos en nuestra cultura
latinoamericana, eminentemente credencialista, donde “llegar a ser
reconocido” como licenciado es motivo de orgullo. Un contrapunto relevante
es que Steve Jobs, Mark Zuckerberg y Bill Gates, innovadores tecnológicos
que han cambiado el mundo, no completaron sus estudios universitarios.

Lo más importante parece ser posibilitar, reconocer y extender las
oportunidades y capacidades de las personas desde la educación escolar
hasta la educación continua para adultos mayores, y su funcionalidad al
desarrollo país que queremos construir en un mundo en constante cambio.

Existe consenso en que la estructura nacional de títulos y grados requiere
una actualización. La ley de Educación Superior, de 2018, introdujo la
conceptualización de subsistema universitario y de subsistema técnico-
profesional. No obstante, mantuvo intacta la lógica compartimentada y el
principio de diferenciación jerárquica que subyace en la arquitectura del
sistema de educación superior.

Hoy, en Chile, el grado de licenciado solo pueden otorgarlo las
universidades. El actual esquema de títulos y grados está en revisión
porque su rigidez no es funcional a los requerimientos actuales. Urge
pensar esta transformación desde las características de la movilidad
estudiantil y considerar la multiplicidad de contextos laborales emergentes.
Ya estamos viviendo el futuro.

En mayo de 2021, la subsecretaría de educación superior del gobierno
anterior efectuó una propuesta pública que no prosperó y que consideraba
las experiencias de Australia, Canadá, España e Irlanda. Destacaba la
creación de un bachiller y un magíster politécnico. Un estudio de Vertebral-
UDP exploró las experiencias de Italia, Finlandia y Alemania y elaboró una
propuesta con perspectiva comparada con foco en la ESTP. AEQUALIS
organizó un seminario para profundizar en el tema, y el actual presidente de
la CNA, Andrés Bernasconi, escribió una columna en este mismo foro al
respecto. Es un tema estratégico y en el que tenemos que ser ambiciosos
como país.

Habitualmente nos inspiramos en países con realidades muy distintas para
acometer cambios de esta magnitud. ¿Hacia dónde estamos mirando ahora
para actualizar la estructura nacional de títulos y grados?
¿El camino más indicado será el de una mayor profesionalización? La
actualización de títulos y grados es una oportunidad valiosa si es funcional y
no residual al modelo de desarrollo que hemos montado. Nos exige pensar
la formación en educación superior considerando atributos de mayor
flexibilidad, interdisciplinariedad y ciclos más cortos. La posibilidad de que
las y los estudiantes puedan trazar caminos propios y con mayor interacción
con otras disciplinas y experiencias es un paso desafiante en términos
culturales, curriculares y económicos para las propias IES.

La discusión sobre la actualización de títulos y grados tiene diferentes
aproximaciones. Sabemos que hay distintas “calidades” para un mismo
título y que es necesario mejorar su legibilidad porque es desmedida, siendo
un ejemplo la amplia variedad de ingenierías. También sabemos que el
desarrollo de la creatividad, el pensamiento crítico, el trabajo en equipo y la
empatía, así como las habilidades en tecnología y en idiomas son un
desafío ineludible que debemos pensar distinto a la luz de los resultados
que hemos obtenido.
Mauricio Berríos Rodas
Sociólogo
Magíster en Gobierno y Políticas Públicas
04/12/2023